17 de septiembre de 2010

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Cuando somos sensibles, cuando nuestros poros no están cubiertos de las implacables capas, la cercanía con la presencia humana nos sacude, nos alienta, comprendemos que es el otro el que siempre nos salva. Y si hemos llegado a la edad que tenemos es porque otros nos han ido salvando la vida, incesantemente. A los años que tengo hoy, puedo decir, dolorosamente, que toda vez que nos hemos perdido un encuentro humano algo quedó atrofiado en nosotros, o quebrado.

Sábato
La resistencia

1 comentario:

  1. "A los años que tengo hoy, puedo decir, dolorosamente, que toda vez que nos hemos perdido un encuentro humano algo quedó atrofiado en nosotros, o quebrado."

    Esto me recuerda a la hermosa charla del sábado por la noche. Si no se hubiera dado, hoy no sería tan feliz. ¿Sería feliz? Si, pero sin saber que podría estar mejor en caso de haber participado de un encuentro tan grato como tal.

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